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Jaione Zazo

Me llamo Jaione. Tengo 46 años en la actualidad. Cuando tenía más o menos veinte años, empecé a tener ruidos en la mandíbula y acudí al médico para que me lo mirasen. En la consulta me dijeron que con la edad que tenía que se me iba a corregir y no le dieron ninguna importancia.

Más o menos alrededor de los treinta años, empecé con pequeños dolores que poco a poco fueron a más, hasta que al final me afectaban realmente en mi día a día.

Ya que no podía casi ni masticar, tenía que reírme con cuidado. Al bostezar también tenía que tener cuidado de no abrir mucho la boca y hasta a la hora de dormir tenía problema, ya que solo el roce de la almohada me despertaba del dolor.

Mi dentista me derivó al dentista del ambulatorio y éste me mandó al maxilofacial en Cruces. Allí me dijeron que lo que tenía era degenerativo y que lo único que podía hacer era medicarme para evitar el dolor, a lo cual dije que no.

Cada año me hacían una revisión y me preguntaban si quería tomar algo para el dolor, sin darme ningún otro tipo de solución. Cada año que pasaba los dolores aumentaban. Al final gracias a mi dentista, que me mandó a un dentista en Bilbao para ver si me podía hacer algo, hablaron y me mandaron a la consulta del Dr. Martín.

Aquí me hicieron una revisión y me dijeron lo que me podían hacer. Empecé con un tratamiento con una férula que tuve que llevar 24 horas al día y hacer ejercicios todos los días. Tuve que ser bastante constante con los ejercicios porque dependía mi recuperación de ello. Cuando terminé el tratamiento con la férula, no tenía ningún dolor en la articulación.

Después me pusieron ortodoncia y unos clavos en el paladar para corregirme la mordida y el apiñamiento que tenía en los dientes.

En este momento me encuentro muy bien y no tengo ningún tipo de dolor. Estoy super agradecida a todo el equipo de profesionales que trabajan allí por su gran trabajo y sobre todo por su calidad humana y el excelente trato recibido.

Muchísimas gracias.

Jaione Zazo

Jaione Zazo
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